jueves, 24 de julio de 2014

Nuestras brújulas y estrellas polares.

Bellagio, Lago de Como, Milán.

Mareas.
Mareas de gente, de personas que van y vienen sin saber que rumbo tomar,
yendo de un lado a otro (siempre) con prisa.
Mareas que arrastran y mueven, que son capaces de manejar como meros títeres de trapo. 
Mareas que arrasan con todo lo que conoces (o crees conocer). Que te dejan solo, sin nada, a la deriva, sin ancla. 
Mareas de personas que rescatan, que ayudan y salvan, que te orientan, brújulas en la nada y estrellas polares en la oscuridad.
Mareas al fin y al cabo, que determinan nuestra vida.

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