Bellagio, Lago de Como, Milán.
Mareas.
Mareas de gente, de personas que van y vienen sin saber que rumbo tomar,
yendo de un lado a otro (siempre) con prisa.
Mareas que arrastran y mueven, que son capaces de manejar como meros títeres de trapo.
Mareas que arrasan con todo lo que conoces (o crees conocer). Que te dejan solo, sin nada, a la deriva, sin ancla.
Mareas de personas que rescatan, que ayudan y salvan, que te orientan, brújulas en la nada y estrellas polares en la oscuridad.
Mareas al fin y al cabo, que determinan nuestra vida.
Andrea desde: Before you came here...
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